Ritual ancestral para llenar de energía tus espacios
Seas o no consciente de ello, limpiar el espacio físico a tu alrededor es como abrir un canal para conectar con la tierra, con la madre divina que es nuestro hogar.
¿Has sentido alguna vez una fuerte emoción al entrar en una habitación por primera vez sin saber por qué? No tiene por qué ser una sensación negativa. Algunos lugares nos producen una sonrisa y una sensación de positividad, o nos descubrimos diciendo espontáneamente “Wow, me encanta este lugar”
Así como las emociones alegres dejan un ambiente luminoso cargado de paz, las convicciones negativas y las acciones del pasado de otras personas (o las tuyas ) pueden dejar el espacio impregnado de una determinada energía vibratoria: esas energías residuales influyen en nuestro cuerpo emocional de una forma muy real.
Por esta razón , hoy te comparto una hermosa (y poderosa) práctica para sanar nuestro cuerpo físico, y llenar de energía positiva los espacios donde vivimos o trabajamos.
Oración solar con las palmas cara a cara
Esta oración se realiza con todo el cuerpo.
Podés hacer este ritual de bendición al mudarte a una nueva casa, al salir tu casa, o al cambiar tu espacio de trabajo.
Te servirá para limpiar cualquier tipo de energía procedente de traumas antiguos relacionados con ese lugar.
También podés usarlo para bendecir, crear o dedicar un espacio a un propósito determinado, como prepararlo para un acontecimiento importante, un proyecto nuevo o un negocio que esté planificando.
Antes de empezar, tené en cuenta esto:
Cuando los rituales y las ceremonias se realizan de manera consciente, con el propósito correcto, van más allá del reino de los simples pensamientos y manifiestan tus deseos positivos en el mundo físico. De este modo, los rituales y las ceremonias fomentan tu transformación personal, dondequiera que te encuentres en tu camino de vida.
Ahora si.
Para empezar, frotate las palmas de las manos con fuerza, friccionándolas como si te las calentaras en invierno.
Mientras te las frotás, respirá profundamente ocho veces. Notarás que las palmas se calientan en unos segundos.
Ponete ahora de cuclillas (o de rodillas si te queda mejor ) y apoyá las palmas de las manos en el suelo o en cualquier otro lugar que quieras llenar de energía positiva.
Cerrá los ojos, respirá profundamente unos momentos y sentí tu conexión con la tierra. Imaginá que tu cuerpo forma parte de la Madre Tierra.
Imaginá a continuación que le mandás, a través de tus manos, un mensaje a la Madre Tierra: ese mensaje es puramente emocional y puede incluir sentimientos de amor, paz, agradecimiento, sanación y esperanza.
Seguí respirando profundamente y enviando tus mensajes de amor y gratitud a la tierra, y mientras tanto sentí las vibraciones de la energía de la tierra fluyendo por tus manos.
Vos le mandás amor a la tierra que te sostiene, y la Madre Tierra te responde con su amor compasivo.
Recordá que mientras caminás, o estás sentada o acostada, la tierra siempre te está sosteniendo. Nunca ha habido un momento de tu vida en el que la tierra no te haya sostenido. Es una de las razones por las que al planeta se le llama la madre divina, ya que te ama y te apoya cada día de tu vida.
Ahora que la tierra y tu cuerpo están conectados, hacé que tu mente también participe en la práctica.
Con las palmas de las manos en contacto con la tierra, decí en voz alta esta sencilla oración:
“Gracias por sostenerme siempre. A partir de este momento estaré a tu servicio. Estar a tu servicio es estar al servicio de mí misma , y cuando estoy a mi servicio, estoy al servicio de los demás.”
Respirá profundamente varias veces mas mientras enviás y recibís esta bendición.
Cuando estés lista, despegá las manos del suelo y llevalas al frente tuyo, manteniendo un dedo de distancia entre las palmas colocadas cara a cara.
En esta posición, dibujá con las manos movimientos circulares, como si hicieras rodar una pelota entre ellas. Mientras lo hacés, es muy posible que sientas una energía o vibración entre las manos.
Mirá ahora por el espacio que queda entre las palmas: aunque aparentemente no haya nada, sentirás la energía entre ellas. Es la energía de la Madre Tierra.
Ahora, hace un cuenco con las palmas de las manos, como si recogieras agua, e imaginá que sostenés una bola de energía. En realidad así es. Es la energía de la Madre Tierra, del nagual que habita en el interior de todos.
Imaginá todas las estrellas y los planetas que giran en el interior de esta bola que sostenés con las manos.
La energía de las estrellas más lejanas es la misma que hay en vos en este momento, porque todo está conectado.
Extendé los brazos, girá las palmas hacia arriba, mirando el cielo, y enviá esta increíble energía de la Madre Tierra al espacio de tu alrededor.
La energía que sentiste cuando mantenías las palmas a un dedo de distancia todavía está ahí, y con las manos la podés empujar suavemente y hacer que se mueva por el aire: hacia los rincones de las habitaciones, a través de los armarios y por el suelo. Y si estás al aire libre, hacia los árboles y el pasto.
Tu oración se ha convertido en una ceremonia que concede las bendiciones de la deidad a todo lo que mirás.
Estás creando un ambiente de amor y paz en este espacio físico, sabiendo que sos una mensajera de lo divino, al servicio de la Madre Tierra .
¡Gracias por haber leído hasta acá! Ojalá que este contenido te dé nuevas perspectivas, y sino, que al menos pases un momento entretenido.
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Ahora sí, eso es todo amigue 🤩 Te mando un abrazo 🤗 cargado 🔌 de energía 🔋 y nos volvemos a reencontrar en breve!
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